lunes, 18 de octubre de 2010

Adios al lujo, Pekin me espera


Primer presidente de los EAU
Amanece en Dubai. Apenas son las cinco de la mañana y el sol despierta a esta ciudad. Pero la gente no sale a la calle, el calor se hace tan insoportable que hasta los mas curtidos, esperan hasta las cinco de la noche para salir a tomar algo o pasear. Y es que aquí la tarde apenas existe, se pasa de la mañana a la noche, como si la luna tuviese prisa por salir. Es algo que he aprendido hacer, descansar en casa hasta que baja el calor y puedes salir con el bajo calor de la noche. Es por ello que las tiendas abren hasta tarde, bueno muy tarde. Lo normal es que cierren a las dos de la madrugada.

Por eso cuando compré mi billete a Dubai, me costaba entender como mi avión podía llegar casi a las 3 de la mañana. Los emiratis, como aquí se les conoce a los habitantes de esta tierra, viven de noche, huyendo del abrasador calor del invierno. Por eso no llama la atención que todas sus paradas de autobuses tengas puertas y aire acondicionado, y es que en agosto, su termómetro no baja de los 45ºC.


Primera Mezquita de Dubai
Esta noche he paseado por calles que antiguamente no hace muchos años, solo eran dunas en el desierto. Son las primeras casas del Dubai menos conocido para los turistas, pero que te enseña su cara mas amable y natural, lejos de la suntuosidad a la que he estado acostumbrado estos días. He visto como sus hombres jugaban a las cartas bajo una lona, en una improvisada majlis (mayeles), y he andado por callejuelas perfectas para que las mujeres hablen hasta altas horas de la madrugada, sobre sus vecinas. Este Dubai es el que no se ve en las guías turísticas, pero no por ello menos importante que el resto de la ciudad.


El Atlantis
Luego me he dirigido a uno de los hoteles mas famosos de la ciudad, el Atlantis. Quisiera aclarar, que en esta ciudad, cuando uno hace turismo, eso incluye visitar sus hoteles, uno tras otro, increíblemente ese el turismo mas interesante que se puede hacer, pero es que cada hotel te deja mas asombrado que el anterior.


Atlantis no es un hotel cualquiera. Se encuentra en la famosa palmera artificial ubicada en el mar y que se ha dragado de arena para crear todo tipo de casas y hoteles de superlujo. Uno divisa la inmensidad de Atlantis, desde cualquier punto de Dubai. Cuando llegas al hotel, te das cuenta de que al caminar por sus pasillos te sumerges en la ciudad perdida de la Atlántida. Un inmenso acuario nos espera cerca de la entrada, donde no se llega a divisar el final de sus paredes de cristal, y cuyo acuario simula ser la Atlántida, creando un ambiente perfecto para el lugar. Todos los detalles están impecablemente cuidados y cada sala que encontramos es aun mejor que el anterior. En definitiva un hotel que debemos de visitar, no en vano, es uno de los mas populares de la ciudad.


Acuario del Atlantis
Y con la noche ya casi cerrada, empiezo a empaquetar mi maleta. He de revisar todo. Mis documentos, mis contactos en China y que todo salga bien en mi ultimo día en esta ciudad. He de despedirme del lujo, para adentrarme en el mundo mas real, en el que la inmensa mayoría vivimos. Mi avión, el espectacular AIRBUS 380 saldrá a las 4:30 de la madrugada desde Dubai y me dirigiré hacia Pekín. Y soy conocedor, que tras mi llegada, pasare de los 30ºC de Dubai a los 12ºC de Pekín. Si la red me lo permite, eso espero contároslo este miércoles.