viernes, 26 de noviembre de 2010

PHI PHI ISLAND, UNA PUERTA AL CIELO

Atardecer en Phi Phi Island
  
Cielo y mar se confunden en las islas Phi Phi (Koh Phi Phi)
En el Ferry de la tarde, me despido de Rafael e inicio mi viaje con destino a una de las islas mas hermosas del mundo, Koh Phi Phi en Thailandia. Para llegar a Koh Phi Phi, no es sencillo, cambios de medios de transporte e incluso pasar una noche de hotel en el camino si no consigues llegar a tiempo al Ferry (algo casi seguro). 

En mi. ultimo post, comentaba que empezaban las complicaciones y es que como digo, acababa de salir de Malasia, desde Lankawi en el Ferry, (su precio menos de cuatro euros), pero al llegar a Satun, pueblo portuario de Thailandia, mi suerte se giró. Nada mas llegar al pequeño y vacío puerto de esta población, un agente de venta de billetes me agobiaba pretendiéndome vender un billete de autocar a precio de escándalo a Krabi, la ciudad que me conectaba por mar con Koh Phi Phi. Lo mas increíble es que la policía de inmigración estaba permitiendo esa situación, casi mas pendientes de si aceptaba el billete que de comprobar que mi visado y mi pasaporte eran correctos. Como a estas alturas uno ya es zorro viejo con este tipo de agencias, le digo al agente que me deje en paz, que he de pensar que he de hacer. Decido entonces coger un taxi, y casualmente el único conductor de taxi es el mismo agente que pretende venderme el billete de autocar. Le pregunto por el precio para ir a la ciudad y me pide lo mismo que por el billete de autocar a Krabi. No daba crédito, pero el colmo viene cuando decido cambiar de moneda y ¿adivináis quien era el que cambiaba la moneda? Si! el mismo agente de ventas! Bueno, era una situación como poco surrealista. No me dejaba mas opción que aceptar su deshonesta y mafiosa oferta. Me pide 600 bahts (13 euros) por ir a Krabi, cuando era consciente de que su precio real no pasaba de 300 bahts. Consigo rebajarle 100 bahts y al final compro el billete por poco mas de 11 euros. Lo peor era que llegaría a Krabi de madrugada y buscar un hotel para así al día siguiente salir hacia Koh Phi Phi podría ser como poco una odisea. El agente me lleva en su destartalada moto a la estación de autobuses de Satun, no sin antes pasar por un poblado que daba miedo en la que hizo una parada “extraña” y que prefiero no averiguar el porque.

Pero al menos el agente tuvo la delicadeza de no dejarme solo en la estación de autobuses. Fueron dos horas de espera en la que ranas, mosquitos y todo tipo de insecto me atacaba. Al fin, y tras contarme el agente todas sus penas, cojo el autocar que me iba a llevar a Krabi. Tras cuatro horas de viaje, llego a las doce la noche a Krabi. Solo hay un elegante hotel cerca de la parada. El precio, 12 euros me tiraba para atrás, pero al final decido cogerlo, ya que una fuerte lluvia me quitaba las ganas de iniciar ninguna búsqueda. Se que pensareis que 12 euros no es caro, pero nunca he pagado mas de 7 euros por sitios geniales.

 
 A la mañana siguiente cojo el Ferry al paraíso por excelencia,  y si, ya se que Lankawi para mi era un paraíso, pero es como probar primero el arroz a la cubana y luego una paella. Tras pagar 300 bahts (menos de 10 euros) y tras hora y media de navegación llego a Koh Phi Phi, la isla no solo famosa por sus aguas azul turquesa, sino también porque aquí se rodó la película “la playa” de Leonardo Di Caprio.


Este es el lugar en el que uno quiere morir, es como una puerta de entrada al cielo ¿recordáis el típico salvapantallas de isla de arena blanca y con agua cristalina? Bueno esto es Koh Phi Phi y todas las islas que la rodean.

Decidí coger mi hotel por Internet ya que imaginaba que las agencias me asaltarían nada mas llegar a puerto, como por cierto hicieron. Me permití otro de esos caprichos, que al final salen baratos. Me alquile un bungalow privado en medio de la isla, rodeado de palmeras y junto a un lago. Su precio, unos 20 euros noche. Y lo mejor su dueño, un ingles que se desvivía porque todo estuviese correcto. Lo dicho, otro de esos aciertos, tan necesarios cuando uno viaja solo. Pero nuevamente no me sentía solo. En la misma recepción del hotel conozco a dos madrileños, con los que acabo pasando los dos días de mi estancia en la isla. Gente majísima y que casualmente van a hacer la misma excursión que yo quería hacer. 

Pero antes de seguir os pongo en antecedentes. Koh Phi Phi fue devastada por el Tsunami del 2004, el que mató a mas de 200.000 personas, y ahora posee un parque donde se recuerda a las victimas. Paseando por esta isla y por las islas colindantes, uno puede encontrar decenas de carteles de advierten hasta donde llego el Tsunami y carteles de evacuación en caso de un nuevo Tsunami. En mi camino hacia mi bungalow, reconozco al hotel desde el que se grabaron las famosas imágenes de la ola producida por el Tsunami, entrando en el jardín y la piscina del mismo. Me resultaba bastante fuerte.


Pero voy a dejar de hablar del pasado mas horrible de la isla. La isla entera se puede recorrer andando. Es una isla con dos playas principales, llena de calles estrechas y una población solo de turistas Sus aguas son de un fuerte azul turquesa que deja boquiabierto a cualquiera y las playas tremendamente hermosas de día y de noche. Cientos de restaurantes juntos unos con otros se encuentran por toda la isla y los precios de la isla son económicos, comparados con los sitios turísticos españoles.

Comer sin privarse de nada en un buen sitio puede salir por menos de 4 euros y tomarse varias copas por la noche…gratis, ya que decenas de jóvenes europeos que están trabajando a cambio de comida y alojamiento, te ofrecen invitaciones a sitios con los que se incluye el “cubalitro”, aquí conocido como “Bucket” y uno, combinando las invitaciones, puede coger una impresionante borrachera por el precio de cero euros. Como sabéis paso del alcohol, pero reconozco que me bebí un par de Buckets por la cara.



Además esta isla ofrece gran variedad de actividades que son realmente apasionantes. La mas popular además del submarinismo (diving),es la del tour que te lleva a las islas cercanas, donde se puede hacer snorkel y acabar el día viendo atardecer desde el mar. Me decanté junto a mis nuevos amigos los madrileños, por esta actividad. El recorrido simple y tremendamente hermoso. Snorkel junto a la isla de Koh Phi Phi, nadar en Bamboo Island, visita a Mosquito Island, visita Monkey Island, hacer snorkel junto a la cueva de los vikingos, visita a Maya Bay (la isla de la película de “la playa”) y ver atardecer de regreso al bungalow. El coste de la excursión que incluía una pobre comida fue de 400 bahts, es decir 10 euros, de todas maneras un precio muy bajo comparado con los touroperadores de Phuket. No ir, es poco menos que una ofensa al sentido común. Pero ¿Qué ofrecen estas islas?

Bamboo Island

Arena blanca por todas partes, verdes palmeras y lo mejor el agua mas azul y cristalina que jamás he visto. Unos pocos nativos nos esperan a la llegada, pero en mi caso decidí dirigirme a la playa, es un paisaje demasiado hermoso para creer que es real. Es simplemente una de estas cosas, que uno no puede explicar, hay que verlas. Sin duda mi isla preferida.





Monkey Island

Obviamente el nombre de la isla es por los cientos de monos que en ella viven. Cuando llegamos, decenas de monos se acercaban para que les diéramos comida. Sus playas igual de hermosas que las de todas las islas del entorno, pero poco mas que ver en ella. Al menos pasas un buen rato riéndote con los monos.




Mosquito Island

Lugar de parada para hacer snorkel. Miles de peces de colores me rodean. Los corales, no son gran cosa debido al Tsunami y la zona tardara en recuperarse, pero el hecho de bajar varios metros hacia la profundidad y ver la gran biodiversidad que hay, te hace sentirte muy bien. Es otro de esos lugares mágicos, en este caso bajo el agua al que es imprescindible ir.



 Maya Bay Island

La mas esperada. Sus playas se hicieron famosas en todo el mundo tras rodarse aquí la película “la playa” con Leonardo Dicaprio como protagonista. Desgraciadamente la marea ya ha bajado mucho porque ya es tarde, y el sol no brilla sobre sus aguas como cuando es mas temprano, pero aun así, la belleza de la isla es paradisíaca. Al entrar en la isla, esta hace un efecto, como si la playa (la de la película), no se viese, es como si estuviese escondida dentro de la isla.

Luego puedes atravesar la isla de una lado a otro hasta llegar a su otra playa principal, en menos de veinte minutos. Algunos operadores, te ofrecen la posibilidad de pasar allí la noche, en tiendas de campaña,  pero eso suena tan caro que ni siguiera me lo planteo. Independientemente de eso, la pequeña isla esta muy bien acondicionada y te invita a pasar al menos un buen rato en ella.

Atardecer en Koh Phi Phi Island

“Sunset”, eso es lo que la mayoría de los que hemos cogido el barco deseábamos que llegara.  La canoa de bambú en la que vamos, para sus motores unos 500 metros antes de llegar a Koh Phi Phi. Entonces el cielo adquiere ese color rojizo característico y podemos disfrutar de un maravilla mas del mundo. El silencio envuelve a la barca y no tienes ninguna prisa por volver a Koh Phi Phi.


Y eso a lo que se refiere un día en la isla. Pero la noche es vibrante. Toda la marcha esta en las playas y nada tienen que envidiar a las playas ibicencas. La playa adquiere un color especial al anochecer porque todos sus pubs tienen miles de bombillas de colores y cientos de velas están sobre la arena de la playa. Incluso hay quien se atreve a lanzar farolillos hacia el cielo, creando con todo esto, un precioso crisol de luces y colores. Pero lo mas llamativo es un espectáculo del que toda la gente habla. Son cuatro jóvenes que en el Pub Hippies, durante una hora deleitan a los clientes con malabarismos, en los que el fuego es su principal protagonista, una atracción majestuosa, algo que por desgracia no pude dejar fotografiado con mi cámara. La música, la gente guapa del lugar, la playa, la brisa…todos estos ingredientes hacen que Koh Phi Phi, sea la isla perfecta para pasar unas increíbles vacaciones.

Una imagen vale mas que mil palabras, así pues aquí os dejo algunas fotos del entorno. En mi opinión es una isla que uno debe de visitar seguro, si se viene al sudeste asiático. Como he dicho, Koh Phi Phi es una puerta entre el cielo y la tierra.

Emprendo mi viaje  a Phuket, con la esperanza que las playas de esta importante isla tailandesa, estén a la altura de las de Phi Phi, aunque creo que eso será bastante difícil. Aun no he decidido cuantos días me quedare en Phuket, pero vamos, todo dependerá de lo que allí me encuentre.