Gracias, por hacerme una señal y decirme que estáis por ahí…aunque nos separen
Llego a Phuket en Ferry desde Phi Phi Island. Phuket es otra isla, una de las mas grandes de Tailandia. Y nada mas llegar compruebo que el “timo al guiri” esta a la orden del día, y una vez mas la historia se repite. Es como si muchos de los que aquí viven solo pensaran en como sacar el máximo dinero posible a los turistas, sin ninguna ética y sin ningún remordimiento. Un taxi-motorista se ofrece a llevarme a mi hotel por 150 bahts (4 euros), otro taxista, eso si de coche me pide 500 bahts por el mismo recorrido a mi hotel, pero me decanto por regatear al taxi-motorista y consigo que me lo deje en 120 bahts. Después de decirle el hotel, le pregunto como tres veces si sabe cual es mi hotel y donde esta ubicado y el motorista me dice que si. A mitad de camino para su moto y me pregunta cual es el hotel. Me quedo perplejo, y es que, desde que llegue a Tailandia, el engaño a los turistas en los sitios mas turísticos, es descarado y lamentable. Me enfado, y le digo, “tu me has confirmado que sabias cual es el hotel” el hombre sonríe, como intentando hacerse el tonto. Me dice entonces que el pensaba que era otro sitio y que el recorrido vale 150 bahts, (total es un euro mas de lo negociado), pero no se trata de dinero, es mas como uno se siente cuando trata con personajes de esta calaña. Este tipo de cosas son las que pueden acabar destruyendo la imagen turística de un país; en España tenemos también algunos taxistas de la misma clase, pero a eso hay que sumar a los carteristas que desgraciadamente parecen protegidos por la Ley.
Finalmente al llegar al hotel le doy los 150 bahts, prefiero pasar página, y no mostrar mayor atención a quien a conseguido robarme unos céntimos de euro. Pero no quiero que me mal interpretéis, la mayoría de los tailandeses son gente tremendamente educada y amable, siempre están sonriendo y como he dicho en otras ocasiones, algo gratuito y hermoso pero lamentablemente en sitios como Phuket, siempre hay desalmados a la captura de la presa extranjera.
He decido quedarme cinco días en esta preciosa isla del Mar de Andamán. En el suroeste de Tailandia, rodeado de playas preciosas y donde su población extranjera casi dobla a la de los habitantes de la misma. Cinco días que se quedan cortos, a pesar de que parece que aquí no haya mucho que hacer salvo que tomar el sol.
Mi hotel se encuentra a un kilómetro de uno de los templos mas hermosos de Tailandia, el Wat Chalong. Este templo budista es visitado por cientos de escolares todos los días, y sus adornos y acabados en color dorado, le dan una elegancia fuera de lo común en los templos budistas que había visitado hasta ahora. Como siempre las normas de comportamiento son muy estrictas (nada de bermudas, abrazarse a un Buda para hacerse la foto o pasear en bikini por sus pasillos), pero aquí la vigilancia brilla por su ausencia y al final el templo parece mas un parque temático que un lugar espiritual. Vi a varios turistas haciéndose una foto abrazados a un Buda, de manera irrespetuosa, algo impensable el que alguien lo hiciese con Cristo en nuestro país. Pero es parte de la incultura de los de siempre, y digo esto porque por desgracia he llegado a ver incluso latas de cerveza volcadas, junto a elefantes de piedra a los que los ciudadanos de Phuket veneran. Y es que hay quien confunde el no entender una religión, con no respetarla.
Una vez mas he alquilado una Scooter para desplazarme por Phuket. Tras visitar Wat Chalong me dirijo al Gran Buda (Big Budha como aquí se le conoce). Este Buda, como la mayoría de los Budas gigantes que durante mi viaje por Asia he ido encontrando, se encuentra en lo mas alto de la isla de Phuket. Hay que subir durante diez minutos empinadas cuestas donde la Scooter parece no dar mas de si. Al llegar a la cima de la montaña, se puede deslumbrar este Buda de extraordinarias dimensiones y de un precioso mármol color blanco. Aun están construyéndolo, pero ya casi esta acabado. Mas que fieles budistas, lo que uno encuentra en este lugar son turistas, lo mismo que me he encontrado en los demás “Big Budhas” a lo que he ido.
En cuanto a Templos, poco mas que ver en esta isla. Phuket es sobretodo famosa por sus playas y también por su noche, la cual es vibrante sobretodo en la zona de Pa Tong Beach, al noroeste de la isla.
Las mejores playas se encuentran en el oeste de la isla. Kata-Karon Beach son de las mas populares. Cientos de tiendas ofrecen todo tipo de souvenirs y artículos playeros y también cientos de restaurantes con todo tipo de comida, compiten por conseguir clientes. Las aguas increíbles, mejor de lo que esperaba, por supuesto no comparables a las de Phi Phi Island, pero también muy limpias y de tímido color azulado. Lo peor son los precios. Es como si no hubiese salido de España. No se puede viajar durante varios meses cuando uno encuentra precios tan elevados. Este destino es para recién casados, a los que no les duele gastar un poco mas en su viaje de bodas, o jóvenes que no reparan en gastos, pero no para mochileros que como yo, pretenden pasar allí una semana. Por ello, me dejo caer por sus playas, pero decido hacer mis gastos gastronómicos cerca de mi hotel.
Soy tremendamente afortunado al descubrir que a escasos metros de mi hotel, se haya una escuela de cocina tailandesa. Decir que la comida resulta deliciosa es quedarse corto, pero hasta su precio resulta agradable. Por poco mas de dos euros uno puede comer un sabroso plato con marisco, acompañado con arroz al coco, coco rice como es conocido aquí (un arroz con un sabor increíble). Esa academia va a ser mi lugar de comidas los cinco días, y es que después de casi dos meses viajando, si algo he aprendido, es que cuando uno descubre un sitio que le gusta para comer, mas vale no arriesgar en otros. Y se porque lo digo.
Pero durante una de mis cenas descubro que se dan clases de cocina tailandesa por un módico precio. Así pues, ¿por qué no? Decido apuntarme y aprender a cocinar ese arroz que tanto me gusta y ese plato con “seafood” que me resulta tan delicioso. La experiencia no puede ser mejor. Ton, que así es como se llama mi maestra, me enseña algunos secretos de la comida tailandesa, y me explica que si hay una tienda de comida china en Valencia (que las hay) no tendré ningún problema en llevar a la practica esas recetas, ya que la cocina china y tailandesa usan ingredientes similares.
El tiempo pasa volando entre ollas y sartenes y los maravillosos olores, dejan entrever que la comida acabara siendo deliciosa. Tras tomar nota de todo, y de que una de sus ayudantes me hiciera mas de veinte fotos para la pagina Web de la escuela (dicen que era su primer alumno occidental), llega el momento del examen y la nota os puedo asegurar que es sobresaliente. Los que me conocéis sabéis lo que me gusta cocinar…y ya podéis preparándoos para cuando regrese a España, porque vais a tener que comer comida tailandesa si o si. Finalmente esta ha sido una cosa mas que pongo como nota diferencial y positiva del viaje, “curso de cocina tailandesa en Tailandia”.
Pero aun me quedan algunos días y quiero seguir siendo participe de todo lo que en la isla puede pasar. Veo mas con perplejidad que con admiración, que toda la isla esta cubierta de carteles anunciando peleas de Thai Boxing, pero lo mas fuerte es que los protagonistas de esos carteles que son los luchadores, salen en muchos casos con las caras reventadas, llenas de sangre, vamos literalmente aplastadas (he preferido omitir esas fotos). Aquí lo de la violencia en la publicidad y todo eso, como que no se toma en cuenta, mas bien al contrario, me cuenta un joven de la isla que cuanto mas violento sea el cartel, mas lleno estará el combate. Pero el dinero de las apuestas que estos combates mueven, es enorme. Ese es el principal motivo por el que los tailandeses acuden en masa a los combates.
Me planteo el ir o no. Pero lo siento, no me gusta la violencia y creo que si veo una pelea de esas, voy a salir mucho peor de lo que entré, por ello, aunque aquí se siga con gran pasión el Thai Boxing, decido pasar de esa “lucha” y disfrutar de cosas mas tranquilas y menos….”deportivas”. Por cierto anoche se celebraba una lucha entre el campeón del mundo y el campeón de Europa, seguro que mas de uno hubiese dado lo que fuera por haber estado en ella, pero yo no.
Hay varias opciones diferentes en la noche de Phuket. La más popular es ir a Pa Tong Beach. He olvidado comentaros que si queréis estar en el centro de todo, donde esta la marcha, los mejores restaurantes, las mejores playas, pero también los mas altos precios, debéis de coger un hotel en Pa Tong Beach. Mi hotel esta como a veinte minutos del lugar y aunque en un principio me arrepentí, luego creo que tome la decisión correcta, estaba alejado de lo bueno, pero también de lo ruidoso y lo caro.
Pa Tong Beach es la mayor concentración de restaurantes, tiendas, y turistas de toda la isla. Pero no solo eso, también posee la mayor presencia de lady boys de toda Tailandia. Os estaréis preguntando que es eso que suena tan ¿sexual?. No vais mas encaminados, ya que a los transexuales aquí se les conoce como lady boys, algunos llegan a ser mujeres tan bellas que no averiguas lo que hay, hasta llegar a la cama. Dicen que Tailandia posee el mayor número de transexuales del mundo y que cuanto mas bella es la mujer tailandesa, mas posibilidades tiene de que sea un lady boy. De hecho, recientemente la ganadora del concurso Miss Tailandia, fue descalificada después de conocer el jurado, que no era una mujer sino un transexual, ¿Cómo se enteraron? Bueno otra candidata celosa por el resultado final decidió denunciarla. Pero lo mas curioso es que estos lady boys, lejos de ser mal mirados por la sociedad tailandesa, son mas bien admirados, ya que en la mayor parte del país, existe la creencia de que los lady boys son personas que traerán suerte a la familia.
Ladyboys en phuket (esta foto no es mia) |
Pero volviendo al tema, Pa Tong Beach esta repleto de lady boys que ofrecen masajes con final feliz. Estas jóvenes se encuentran alrededor de la calle Bangla Road, la mas popular del barrio. No os puedo decir cuantas lady boys me ofrecieron sus servicios, pero creo que superaron el medio centenar. Como sabéis no tengo ni el mas mínimo interés en descubrir esos masajes con final feliz, pero os recomiendo que si venís a Phuket paseéis por la noche por estas calles, en definitiva es como ir al Barrio Rojo de Ámsterdam., otra atracción de la ciudad que resulta muy curiosa y nada peligrosa.
Me comentaba una chica tailandesa que conocí (era chica seguro, jaja) que hay que tener cuidado en Pa Tong Beach, lo decía porque se roban carteras, y sobretodo porque si uno se emborracha, al día siguiente puede aparecer donde no debe, con quien no quiere y además, sin un euro encima. No digo que eso pase siempre, pero en caso de salir de fiesta por aquí, no perdáis nada y menos la cabeza.
Mientras que paseo por Pa Tong Beach una publicidad me llama la atención, “Visita la isla de James Bond”. Tras preguntar en varias agencias turísticas (hay decenas, las reconoceréis porque todas ponen esa frase tan inocente de “tourist information”) consigo que una excursión que sale por 2.800 bahts (casi 75 euros), se quede en 1.000 bahts (25 euros). La excursión incluye un crucero por varias islas del sur de Tailandia, paseo en kayak, buffet libre de comida y bebida (ahí conmigo palmaron pasta) y show a bordo. Pero lo mejor es que incluye pasar un par de horas en la isla donde se rodó una película de James Bond, allá por el año 1974, llamada en ingles, “The Man with the Golden Gun”. La verdad es que no se como se titularía en español, pero vamos traducido así por encima es “el hombre con la pistola de oro”. Aquí os dejo una foto de los protagonistas de la película en la isla (la primera foto del Blog que no es mía).
Así pues a la mañana siguiente inicio mi ruta hacia la isla de James Bond, aunque realmente tiene otro nombre (Tapoo Island), pero todo el mundo la llama por el nombre de la película. Pero antes de llegar a la famosa isla, hacemos una parada para hacer kayak, por el interior de unas cuevas que se encuentran en la isla de Talu. Dichas cuevas están llenas de murciélagos, y bueno no es que el recorrido sea nada del otro mundo, pero resulta curioso ver como cientos de murciélagos están sobre tu cabeza mientras que intentas llegar al otro lado de la isla.
Al regresar al barco un amplio buffet nos espera. Estoy contento ya que es de las pocas veces que un tour operador esta cumpliendo según lo previsto. No falta comida para nadie, y mientras que picamos de aquí y de allá, llegamos a James Bond Island. Al andar unos metros nada mas entrar en la isla, uno encuentra su imagen mas famosa, una roca solitaria sobre el mar. Ahí es donde se rodó “esa popular escena”, pero vamos la isla no tiene nada mas y cuando digo nada mas, os aseguro que no exagero. Estar dos horas allí es poco mas que una ofensa al espíritu del viajero, pero bueno, en mi caso aproveche para descansar, y dar un paseo por la docena de puestecillos “hippies” que allí se encuentran.
Al finalizar la excursión los marineros del barco hacen un show de karaoke y baile al estilo “break dance” con el que realmente acabas riéndote porque es demasiado cutre. Pero ¿que mas queremos por 25 euros?
Y poco mas que contaros de Phuket. Decidí al llegar a esta isla descansar un poco, no correr tanto buscando un nuevo destino y creo que fue una decisión acertada. Mi proximo destino Bangkok.
Como siempre queridos amigos, aqui os dejo unas pocas imagenes mas.